En la carta de De Pan y Moja podrás encontrar deliciosos huevos rotos con jamón, pero también contamos otras suculentas variantes como las que incluyen torreznos, jijas y hasta salmón marinado. Hoy te invitamos a descubrir la historia de los huevos rotos, uno de los platos emblema de la gastronomía española. Popular y querido por su simplicidad y sabor inigualable.
El origen de los huevos rotos con jamón
Aunque, a simple vista, parece un plato sencillo, la historia y evolución de los huevos rotos con jamón, reflejan la riqueza culinaria de España y la creatividad de sus cocineros. Los huevos rotos tienen un origen humilde y muy tradicional. Este famoso plato, querido por muchos, nació en las cocinas rurales de España, y, según la historia, todo fue cosa de la casualidad.
El plato consiste en huevos fritos sobre una cama de patatas fritas. Una vez servidos, los huevos se rompen y se mezclan. Para darles un toque extra, se añade jamón que, por supuesto, se mezcla con los otros dos ingredientes. ¿Y si te contásemos que la receta original no lleva jamón?
Viajemos en el tiempo. Cuenta la tradición que los huevos rotos con patatas (y jamón), nacieron en el siglo XIX, concretamente, en La Rioja. Y dice la historia que el plato se creó, por casualidades del destino, en un mesón. A este mesón llegó un grupo de cazadores después de una ardua jornada. En el mesón no había nada preparado para cenar ni muchos ingredientes a mano. Los cazadores rogaron que se les preparase cualquier cosa.
Así que el mesonero hizo acopio de lo poco con lo que contaba: patatas, huevos y chorizo. Sí, la receta de huevos rotos con jamón, llevaba chorizo en sus orígenes. Para elaborar la cena, el mesonero cortó las patatas en finas rodajas y luego las frio las patatas hasta que estas estuvieron doradas y muy crujientes. Después, rompió los huevos encima y los cocinó a fuego lento hasta que estuvieron listos.
La popularidad de los huevos rotos
El plato, que nació en un mesón de La Rioja, fue todo un éxito y, al poco tiempo, se convirtió en una receta muy famosa en la región. Primero se popularizó en los hogares y, después, se extendió a las tabernas, bares y restaurantes. Después, el plato traspasó las fronteras nacionales y comenzó a extenderse. Hoy en día, son un básico indispensable por su facilidad de elaboración, contundencia y versatilidad.
Ya hemos visto que, en un principio, los huevos rotos llevaban chorizo. Sin embargo, el jamón ibérico es, hoy en día, uno de los ingredientes estrella. Este jamón es uno de los productos más apreciados de la gastronomía española y se conoce por su sabor intenso y textura única. Elegir un buen jamón es fundamental para preparar unos huevos rotos deliciosos.
Variaciones del plato
Los huevos rotos, junto con la tortilla y las croquetas, son uno de los platos más populares de la gastronomía de nuestro país. La versatilidad de estos tres, ha permitido adaptarse a distintos ingredientes. Claro, vamos a centrarnos en los huevos rotos, que, aunque se hacen con jamón, se pueden añadir múltiples ingredientes.
La variación más popular y que, curiosamente, como ya sabes, es la receta original, es la que lleva chorizo. El chorizo, por su sabor ahumado y picante, añade un toque único a este plato. También se pueden encontrar huevos rotos con gulas, que combina la textura suave de las gulas con la cremosidad de los huevos y el crujiente de las patatas. Versiones más sofisticadas del plato incluyen las trufas y setas, que aportan un aroma inconfundible y un sabor de otro planeta.
No importa el ingrediente que se añada, el secreto de unos buenos huevos rotos con jamón está en la calidad de sus ingredientes. Lo más recomendable es utilizar patatas frescas, huevos de la granja y jamón (u otro ingrediente), de la más alta calidad. Las patatas, por supuesto, deben estar crujientes por fuera, pero tiernas por dentro y la clave es utilizar aceite de oliva a fuego medio, aunque algunos prefieren el aceite de girasol para la fritura. Por otra parte, el huevo debe tener aún la yema líquida, para que el jamón y las patatas puedan mojarse, creando una textura muy cremosa.