¿Qué es el arroz a la zamorana?

En De Pan y Moja somos expertos en comida casera, ya sea para consumir en el local o en la comodidad de casa. Nos encanta la gastronomía tradicional y, en esta época del año, nada como un plato caliente para paliar las bajas temperaturas. Hoy queremos contarte qué es el arroz a la zamorana, un plato muy típico que podrás encontrar en nuestra carta. ¡Sigue leyendo!

Los orígenes del arroz a la zamorana

El arroz a la zamorana, como no podía ser de otra forma, es una receta tradicional de la provincia de Zamora, en Castilla y León. Este delicioso arroz se caracteriza por contar con un sabor muy intenso y una gran variedad de ingredientes, cosa que le aporta un toque exquisito. Este plato está muy arraigado en la cultura gastronómica de la región, no solo puedes encontrarlo en Zamora, sino también en la zona que le rodea.

Además, el arroz a la zamorana combina productos típicos y característicos de la región, como, por ejemplo, la carne de cerdo, embutidos y especias. Así se crea un plato único y muy reconfortante, ideal para entrar en calor. Se considera una de las especialidades más populares y solicitadas en los restaurantes de la comunidad, aunque es un plato humilde y de orígenes campesinos.

Se dice que el arroz a la zamorana procede de los pueblos y gentes de la comarca de Aliste, aunque no existen documentos que lo comprueben. Sin embargo, se sabe que el plato ya existía en 1890, porque aparece en la lista de recetas de la guía de cocina «El Practicón». Además, en 1884 ya había una descripción del arroz a la zamorana en «El Almanaque Culinario», de José Álvarez Builla.

Este plato, como la tortilla de patatas y otros tantos de la gastronomía española, surgió por la necesidad de aprovechar al máximo los recursos disponibles en el campo. Durante la matanza del cerdo, una tradición arraigada en Castilla y León, se empleaban diversos productos para poder elaborar este plato que, no solo es reconfortante, sino también muy contundente. Con el tiempo, el arroz se incorporó a la receta para volver al plato más completo y nutritivo.

Características del arroz a la zamorana

Si todavía no has probado el arroz a la zamorana, ¿A qué estás esperando? Este suculento manjar se suele servir en una cazuela de barro, en la cual se funde manteca de cerdo (alrededor de cuatro onzas). En la manteca de cerdo se rehogan una cebolla y unos nabos o pimientos, todo depende de la receta. Se añaden, además, ajo, orégano, perejil y tomillo, para darle mucho sabor al plato y claro, se incorpora el pimentón dulce, que dota al arroz de su característico color rojo.

Todos los vegetales se ponen a freír a fuego lento y, después, se añaden agua y algunos de los productos procedentes de la matanza del cerdo. Es así como el arroz a la zamorana puede llevar jamón, chorizo, panceta y hasta costillas. Por último, se incorpora el arroz, de manera que este pueda cocerse con el preparado de cerdo. Al incorporar el arroz al final, este adquiere el color rojizo del pimentón y los sabores característicos del cerdo. En las elaboraciones tradicionales, el arroz se prepara en rescoldos para dotarlo de un sabor a leña, pero, de lo contrario, también se prepara al horno o al fuego. Y claro, es un plato que se sirve caliente.

Los ingredientes del arroz a la zamorana

Ya sabes qué es el arroz a la zamorana y de dónde viene, pero ¿Qué ingredientes lleva? Aunque admite diferentes elaboraciones, esto es lo que puedes esperar al probar este suculento manjar:

• Arroz. Para este plato se utiliza arroz redondo, pues es perfecto para absorber los sabores del caldo y los ingredientes como las especias y los productos del cerdo.
• Carnes de cerdo. Se utilizan costillas, tocino y panceta.
• Embutidos. El arroz a la zamorana incluye chorizo y morcilla, pues son fundamentales para aportar intensidad.
• Caldo casero. Por lo general, se utiliza caldo casero elaborado con huesos y carne de cerdo.
• Cebolla, ajo y pimiento, para la base del sofrito.
• Pimentón de la Vera. Este ingrediente es esencial para darle color al plato y un toque ahumado.
• Especias. Realzan el sabor del plato en su conjunto.